Si te han dicho que tu nuevo bebé no logró durante sus nueve meses de gestación la ubicación correcta de su testículo, no te alarmes, podrían descender espontáneamente hasta los seis meses de vida, y algunos autores afirman que podríamos esperar hasta los 18 meses de edad, de lo contrario se realiza un descenso quirúrgico sencillo para garantizarle calidad de vida y evitar futuras complicaciones, así lo expresa la cirujano pediatra Fanny Carolina Ramírez, quien resalta la importancia de su detección a tiempo.
“El testículo no descendido es la ausencia de al menos uno de los testículos en el escroto, puede ser unilateral, el 85% más frecuentemente del lado derecho, o bilateral, cuando faltan ambos” explica la Dra. Ramírez. Es la malformación congénita más frecuente de los genitales externos masculinos,comenta.
Se queda en el trayecto
Lo más frecuente es que el testículo no descendido se localice a lo largo del trayecto habitual de descenso embriológico –resalta Ramírez- tanto intra-abdominal como inguinal o en la raíz del escroto, siendo la localización más frecuente la inguinal, destaca.
El Centro de Urología Avanzada de México señala que su incidencia se presenta en 3.4% en recién nacido a término y el porcentaje se reduce a 0.8% al año de edad por el descenso natural y espontáneo de los mismos. En casos de niños prematuros de siete meses, la incidencia puede llegar hasta un 40%, expresan.
¿Por qué sucede?
La Dra. Ramírez afirma que por lo general el pediatra detecta la ausencia del testículo en la bolsa escrotal a través de la exploración física de rutina, luego lo acompaña con exámenes de ecografía, tomografía y en algunos casos Laparoscopia para ubicarlo dentro del abdomen y dar el diagnóstico preciso. Asimismo agrega que las razones más frecuentes son:
* Antecedentes familiares.
* Alteraciones en la diferenciación sexual.
* Tabaquismo, alcoholismo, diabetes miellitus,
* Recién nacido con bajo peso para la edad, prematuro o gestación múltiple.
* Defectos de la pared abdominal.