La primera clínica verde, concebida bajo estándares ecológicos mundiales y concebida, diseñada y construida por venezolanos ha sido seleccionada premio “Construcción Anual 2018, mención Salud”.
La distinción ha sido anunciada por la Cámara Venezolana de la Construcción para la Clínica IDB Cabudare, una edificación de 8 niveles, 17 mil metros cuadrados de construcción en 5 mil metros cuadrados de terreno, y que acaba de abrir sus puertas en Cabudare, estado Lara, a cinco minutos de Barquisimeto.
De acuerdo a lo expresado por Ruben Balza, Director Ejecutivo del Grupo de Clínicas IDB, “el objetivo fue congeniar una gran edificación médico asistencial eficiente con los aspectos estéticos y urbanísticos que exige una buena arquitectura que permitiese dejar un icono para la ciudad. Se puntualizaron los aspectos ecológicos, estándares internacionales, niveles de confort tanto para el paciente y el médico como para trabajadores y visitantes, lográndose que las condiciones generales ambientales superen lo que normalmente se requieren para una clínica”.
“Tomamos en cuenta el uso de luz natural, ventilación abundante, materiales y texturas naturales, colores relajantes, paisajismo que evoca lo natural, arte no abstracto, pabellones con acceso visual al exterior pensando en la salud del paciente. En paralelo, también nos enfocamos en la salud del planeta con una edificación que ayuda en la disminución del uso energético y que contribuye a minimizar la huella contaminante de una edificación de esta magnitud.”
Por su parte, el Dr. Fabio Adami, Presidente Médico del Grupo de Clínicas IDB comentó, “Con los avances recientes en diseño basado en evidencias, se ha demostrado que las variables del diseño verde en salud son coadyuvantes en una recuperación más rápida del paciente mediante la disminución de los índices de estrés, tensión muscular, frecuencia cardíaca y presión arterial.
La construcción se inició en el 2012 y fue diseñada por el arquitecto venezolano Gustavo Sánchez; como responsable del interiorismo actuó Erilú Schell; en el tratamiento del paisajismo asumieron responsabilidades Ana Enriqueta Tejera y Catleya Jardín y como empresa constructora la responsabilidad recayó en Mendoza, Dávila, Toledo, MDT.